Eu sou a pessoa mais coerente do mundo. E vou provar para vocês.
- Considero o Hideo Kojima o Leonardo da Vinci da contemporaneidade, mas não tenho a menor paciência para joguinho.
- Dois meses antes de me mudar para um lugar sem garagem (e já sabendo disso), volto a ter carro.
- Estou de dieta, então vou no rodízio do restaurante japonês.
- Eu sou gateira, portanto tenho uma cachorra.
- Eu, que sempre dormi e acordei cedo, tenho aulas no período da noite todos os dias da semana.
- Mar é um local importantíssimo para mim. Eu mergulho desde muito nova, sei pilotar embarcações pequenas, tenho arrais norte-americano pelo estado de Nova Iorque, coisas assim. Já houve até mesmo um tempo em que achei que biologia marinha seria o meu caminho. Então, claro, me mudo do Rio de Janeiro para São Paulo.
- Odeio celular, portanto não tenho fixo.
- Passo uma vida inteira reclamando de pedagogos para descobrir que adoro dar aulas.
- Tenho labirintite, então tentei fazer pole dancing e yoga.
- Tenho medo de agulha, portanto um monte de tatuagens (e outras a fazer).
- Detesto listas.
Dane-se, quem faz sentido é soldado.
Coerente é aquele que faz o que de fato deseja.
É impossível escrever isso e não lembrar da maravilhosa cena da Agrado, em Todo sobre mi madre, do Almodóvar, que tomo a liberdade de reproduzir aqui abaixo.
Monólogo de la Agrado (Todo sobre mi madre)
“Por causas ajenas a su voluntad, dos de las actrices que diariamente triunfan sobre este escenario hoy no pueden estar aquí, pobrecillas. Así que se suspende la función. A los que quieran se les devolverá el dinero de la entrada pero a los que no tengan nada mejor que hacer y pa una vez que venís al teatro, es una pena que os vayáis. Si os quedáis, yo prometo entreteneros contando la historia de mi vida.
Adiós, lo siento, eh (a los que se marchan).
Si les aburro hagan como que roncan – así: Grrrrr – yo me cosco enseguida y para nada herís mi sensibilidad (eh, de verdad!) Me llaman la Agrado, porque toda mi vida sólo he pretendido hacerle la vida agradable a los demás. Además de agradable, soy muy auténtica. Miren qué cuerpo, todo hecho a medida: rasgado de ojos 80.000; nariz 200, tiradas a la basura porque un año después me la pusieron así de otro palizón… Ya sé que me da mucha personalidad, pero si llego a saberlo no me la toco. Tetas, 2, porque no soy ningún monstruo, 70 cada una pero estas las tengo ya superamortizás. Silicona en labios, frente, pómulos, caderas y culo. El litro cuesta unas 100.000, así que echar las cuentas porque yo, ya las he perdio… Limadura de mandíbula 75.000; depilación definitiva en láser, porque la mujer también viene del mono, bueno, tanto o más que el hombre! 60.000 por sesión. Depende de lo barbuda que una sea, lo normal es de 2 a 4 sesiones, pero si eres folclórica, necesitas más claro… bueno, lo que les estaba diciendo, que cuesta mucho ser auténtica, señora, y en estas cosas no hay que ser rácana, porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma.”
Eu também acho que somos autênticas quando nos parecemos ao que sonhamos de nós mesmas, Agrado. Eu também acho.
Publicado no portal Vida Breve em 04 de setembro de 2017.